Al final del camino,
soplarán los vientos del Elíseo
que vendrán susurrando desde el norte
y pasarán gritando mi nombre
Los pájaros anunciaran la llama
que estará a punto de apagarse,
mientras que el más blanco,
seguirá sigilosamente otra carretera
De luz se llenarán mis ojos
y las ropas se tornaran claras,
estos versos resonarán en mi cabeza
y andarán siguiendo el compás mis pasos
La melodía del piano viejo, negro y empolvado
dejará paso al reluciente, blanco y nuevo.
Los violines de fondo subirán de altura
y el contrabajo tocará con grave dulzura
Al final del camino,
se abrirá la puerta
como se abre en marzo
con la primavera
Yo mismo