domingo, 27 de diciembre de 2015

Sobre un poeta sevillano

Era alto el deseo
y caro el precio a pagar,
pero ellos no lo sabían
ni pudieron anticipar
la pequeña y veloz bala
que la tercera franja de su bandera
pudo atravesar

Por aquel hueco manchado de sangre,
se fue toda esperanza, alegría y bienestar
y volvió otra vez media España a bostezar

Se vio forzado entonces el poeta
a hacer las maletas y su país dejar,
porque aunque media España compartía sus ideales,
la otra media lo quería matar

Adiós campos de iracunda belleza,
adiós a este paisaje que tengo que dejar.
Aunque tu belleza permanente no me deje de mirar,
me despido sin dar un sollozo o llorar.
Sintiendo como el marrón de mi piel queda en parte contigo,
cierro la puerta lentamente y me despido con un suspiro

Sin embargo, lejos,
él recordaba su tierra:
Soria, patria mía —decía—,
aún recuerdo tus campos, Castilla
Soria, tierra mía,
aún sueño con algún día
poderte alcanzar.

Y se apagó entonces la llama
ya vieja, aunque a la vez nueva, pero desgastada,
que dio luz por tantos años
al poeta sevillano.

En su tierra las balas cesando estaban,
dirás, iluso, "buena señal"
no te culpes por no acertar.
En la radio de la vida,
ya iba parando de sonar
el Himno alegre y animado
por la Marcha Real.
 Yo

sábado, 14 de noviembre de 2015

Volvió

Volvió de nuevo esta noche.

No se molestó en tocar gentilmente la puerta, en vez de eso la tiró abajo provocando un ruido tremendo. Nuestros corazones latían al compás del miedo. Uno por uno fue señalándonos con su mano fría y sucia: uno, dos, tres, sesenta. No le importaba, el sufrimiento era su salvación, los gritos de dolor y los llantos ajenos le prometían la más dulce de las vidas; cada lágrima, una victoria y si cupiese algún suspiro, sería una derrota. Se sentó en nuestra silla y se quedó pensando, Dios sabe en qué y quizás gracias a él, paró por un momento.

Lo bueno duró poco, apenas unos minutos. Se levantó y me apuntó con su dedo largo y puntiagudo. Lo vi temblar y después... Después... No lo recuerdo bien... ¿Qué pasó después? Tenía su uña entre mis cejas y luego... No sé qué pasó luego. Es posible que... ¡No! Cojo el móvil y... No me puedo concentrar, ¿qué se supone que iba a hacer con esto? ¿Dónde están los demás? ¿Papá? ... Espera, ¿qué ha pasado? Estoy totalmente confundido y... ¿Eh? Estoy nadando... El agua es roja y su olor no es el típico salado como acostumbra en la playa, sino que es más bien metálico... Puedo ver algo... Veo... Veo una torre... ¿Mi torre? ¿La torre Eiffel? Está apagada y no hay nadie. Suele haber siempre mucha gente pero hoy... Siento algo detrás de mí. ¿Una bala? Tiene mi nombre. Entonces estoy muerto. Nunca pensé que sería tan rápido y de esta manera. Quiero llorar pero no puedo derramar ni una lágrima. No puedo cambiar la expresión de mi cara, tengo los ojos muy abiertos y una lúgrube expresión de sorpresa. Algo dentro de mí se apaga... ¿Qué se está apagando? La central se inundó con la sangre del reactor. Se para. Cada vez late más lento. La cuenta atrás de mi vida... ¿Es ahora el momento de conocer a Dios? ¿Eran todas esas cosas verdad? ¿Dónde está esa luz de la que todos hablan? ¿Estará allí la abuela?

Tres.

Dos.

No, espera. Aún tengo algo que hacer... Mamá, papá, no me he despedido de vosotros... Mi perr...

Uno.

...

Cayó la luz de la vida. Su muerte sonó como suena una botella de vino al caer al asfalto en una noche fría de invierno. Para colmo, un camión despreocupado le pasó por encima con sus grandes ruedas. Los pedazos se hicieron todavía más pequeños de lo que ya eran, pero aún brillaban al recibir la luz cariñosa de la luna, que relucía ese día como nunca antes lo había hecho. En ella se proyectaron los sueños, los planes, los recuerdos y los besos de alguna persona.


viernes, 2 de octubre de 2015

En el bolsillo de tu gabardina

En el bolsillo de tu gabardina,
algo está brillando

Es el sol, quizás, de la mañana,
que ya viene asomando

En el bolsillo de tu gabardina,
sale el humo del invierno

Blanco y gris e inmenso,
alumbrándolo todo

En el bolsillo de tu gabardina,
tu mano está aguardando

En el bolsillo de tu gabardina,
el amor se está creando 
Yo mismo

jueves, 24 de septiembre de 2015

La lluvia es vida

Aunque siga lloviendo y
el jilguero mojado no cante,
mis pies caminarán siempre hacia delante

Aunque yo esté empapado y
las nubes no se tornen blancas,
nunca daré un paso hacia atrás

Así que abriré mi paraguas,
ataré bien mis botas
y jamás, jamás
me torceré de mi camino
ni cambiaré mi rumbo.
Francis

viernes, 18 de septiembre de 2015

Digamos que...

Digamos que salto
al abismo oscuro,
profundo y tenebroso.

Caigo y me encuentro
solo y sin aliento,
envuelto en miedo

Digamos que espero
a que el milagro de primavera,
me queme o me llueva 

Digamos que...

Mejor lo dejo
a decisión del destino,
esperando entristecido
en la baranda de mi balcón
una grieta en el suelo
y una puerta en mi colchón. 

Yo mismo

lunes, 14 de septiembre de 2015

Las últimas palabras del grande y viejo pintor

No imaginé que la última de las batallas se libraría en una cama vieja y triste, dentro de esta habitación rodeada por los cuadros que en su día pinté. Mi espada ya está seca en el suelo y un lienzo en blanco me mira, tentándome, y yo le digo: "Cariño, esta vez por más que quiera, no puedo" pero él me grita "Lléname de color y dame forma, dibuja sobre mí algo sin sentido y haz que lo tenga" y me persuade. La imaginación, que aún me sobra, hace que cada vez que mis ojos se posan sobre él vea algo magistral dibujado con el color de mi iris. Esta vez no. Aunque algo quisiese pintar, solo podría hacerlo con el color rojo de mi sangre.

Esta conciencia caprichosa me recuerda las miles de veces que he bebido, y no agua, claro está. El cuerpo me pide que beba más. Mientras ellos dos discuten, yo sigo observando lo blanco y las ideas se me vienen de dos en dos, luego de cuatro en cuatro y al final tengo tantas, tantas que ya no podré llevar a cabo. La insipiración viene cuando uno menos se lo espera, y hoy la musa ha venido directa a mi cama.

Entonces cierro los ojos y no consigo dormir. Los vuelvo a cerrar. La puerta se abre y me despierta. Ahí está la mayor de mis obras, mi hija. Yo la miro con la única mirada que puede tener un hombre a punto de emprender el mayor de los viajes, se acerca, le doy un beso y le digo que llame a su madre. Se va corriendo, en mi cabeza sus pasos suenan con eco. Aparece ella, de fondo veo un halo de luz blanca muy tenue, serán los delirios de este viejo. Se acerca y me besa como lo hizo la primera vez, yo le limpio las lágrimas con la yema de mi pulgar y sobran las palabras. Mis párpados se bajan de nuevo y veo algo que me recuerda a "La Danza"... Al final solo queda Matisse. Mi mujer se acerca y soltando todo el humor que me queda le susurro: "Bebed por mí, bebed por mi salud.... yo ya no puedo beber más". Voy a estar esperandote justo ahí, cariño... Justo ahí.


Yo mismo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Esperanza

No esperaba.

La belleza brillaba
a la vez que sonaba
la melodía acabada

El corazón del viejo
latía con desparpajo
a la vez que el piano
marcaba un compás de cuatro por cuatro

Con su llanto y una lágrima mojó
su partitura en do.
Entonces él con pluma en mano 
sutilmente la firmó
Yo mismo

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Revolución

Salgamos a las calles y protestemos,
valor y al toro.

Todos firmes, preparados y con el destino
bien fijado

Hoy toca gritar por todos aquellos
que no pueden ni hablar

Hoy vamos a preguntar a toda voz
en qué momento se convirtió la tradición en maldición

Hoy queremos que hasta en la Bretaña se enteren
de que el matar no es arte, no es cultura,
es locura y es tortura.

Y para aquellos que no quieran entender,
entonces lo diremos mucho más alto
hasta que se nos desgarre la voz si es menester.

Puesto que si varias personas se juntan
y luchan por sus ideales
se pueden cumplir hasta los sueños más irreales.
 Yo mismo

F#

En su corazón está presa.

La alegría de la vida,
el compás del corazón,
una melodía,
una canción

Esperando a ser tocado,
aguarda blanco y firme,
cerrado y bien callado,
al maestro viejo y sabio

Entonces empieza,
manos en claro,
pies en bajo,
él intenta imitar el sonido de un contrabajo.

Dulce y muy breve,
las notas va llorando,
cada lágrima sostenida
y cada sollozo bemol

Con un fa acaba la pena,
entonces él espera impaciente
otra canción que mostrar

Pero el maestro se marcha,
y el piano no puede llorar.

Yo mismo

9215 Biblioteca

En la biblioteca del desván,
una fuerte luz irradiaba.
Aunque aquel libro no se veía
ni brillaba

Lo saqué lentamente y
como de la nada
algo me cautivó
en el polvo de su portada

Preso de mí, y a la vez preso de él
que no sé si me distraje al leer
pero la cuestión es que en esas páginas
me quedé hasta el anochecer

Yo mismo

lunes, 3 de agosto de 2015

Final

Como en la última de las batallas,
la orquesta comenzó a tocar.
Sobresalieron los arpas
que de repente aprendieron a cantar
aquella melodía funesta
como un réquiem o algo similar,
El director dejó caer su batuta
y comenzó a llorar

Yo mismo

Consejo

Como cuando por las mañanas
te levantas y abres la ventana
y la habitación de aire nuevo se llena,
deja también que en tu corazón
entre la brisa de primavera

Yo mismo

Al final

Al final del camino,
soplarán los vientos del Elíseo
que vendrán susurrando desde el norte
y pasarán gritando mi nombre

Los pájaros anunciaran la llama
que estará a punto de apagarse,
mientras que el más blanco,
seguirá sigilosamente otra carretera

De luz se llenarán mis ojos
y las ropas se tornaran claras,
estos versos resonarán en mi cabeza
y andarán siguiendo el compás mis pasos

La melodía del piano viejo, negro y empolvado
dejará paso al reluciente, blanco y nuevo.
Los violines de fondo subirán de altura
y el contrabajo tocará con grave dulzura

Al final del camino,
se abrirá la puerta
como se abre en marzo
con la primavera

Yo mismo


domingo, 2 de agosto de 2015

¿Debería empezar a preocuparme?

¿Debería empezar a preocuparme?
Porque soledad,
hoy quiero ser
algo más que tu amigo.

Yo mismo

Chaquetilla

En el hilo suelto de mi chaquetilla,
aún queda el rastro
de las noches tan frías
y de aquellos días
en los que no te conocía.

Yo mismo

Soñé

Desde la tumba que soñé,
al infierno bajé.

Para mi sorpresa y
confirmación de mis sospechas,
allí no había nada más que polvo viejo
y un paisaje oscuro.

Entonces decidí subir allá al cielo,
pero, como antes, nada avisté:
ni ángeles, ni alas, ni portones de oro,
ni un señor con barba en su cómodo trono.

Así que frustrado, pensé
en cuánto me habían engañado
y desperté
de algo más que de un sueño.

Salí de la cama a la calle
y comprendí:
allí estaba el infierno entre dos muros.
Y entonces también vi:
ahí estaba el cielo
vestido de blanco,
con los cabellos rubios
y los ojos claros.

Yo mismo

sábado, 1 de agosto de 2015

Poesía

Poesía,
qué haría yo sin ti esta noche
y la siguiente
y la próxima.

Poesía,
déjame vestirte con metáforas
 y después adornarte con anáforas.

Poesía,
ahora déjame desnudarte toda
y que estos versos vayan libres,
sin ritmo, rima o

estrofa...

Poesía,
déjame que te escriba
y enseñe hoy al mundo
lo que verdaderamente eres.

Yo mismo

Un inciso

Creo que los que respetamos
ya hemos dado bastantes explicaciones.
Ahora les toca a ellos
dar alguna.

Yo mismo

Cuando lees mi poesía en voz alta

Cuando lees mi poesía en voz alta
y te escucho y ella me atrapa.

Cada palabra que suspiras,
en cada coma que te paras...

Con tu acento tan suave
y tu risa tan leve

Y las palabras salen fuera
acariciando tus dientes

Y de fondo suena
esa guitarra de madera.

Cuando lees mi poesía en voz alta
y me miras
y te miro,
y me quieres
y te quiero

Yo mismo

viernes, 31 de julio de 2015

Luna

Esta noche la luna
no me ha mirado...

Dijo que estaría llena
y fue menguando.

Esta noche la luna
no me ha mirado...

Subió la marea y
mi corazón flotando.

Esta noche la luna
no me ha mirado...

No había costa y
la arena tiritando.

Esta noche, Luna,
no me has mirado.
Como aquel lunes
y ayer
y como de costumbre,
mi esperanza contigo
ha menguado.

Yo mismo

A veces escribo y sale solo

A veces escribo y sale solo...
al dolor, me refiero.

Y hay quien se queja
de que si falta rima,
de que si falta ritmo.

Pues es normal,
yo les digo:

Tratad de componer
con lágrimas sobre papel,
junto al silencio del anochecer,
ese "adiós" del ayer,
que ya no le volveré a ver...
Y que hoy prefiero 
no ser.

Yo mismo

Que vuelva...

Que vuelva la filosofía de por la noche,
que vuelvan los pensamientos sin sentido.
Qué más dará si es pan o es vino
y que si Dios es algo divino.

Que vuelvan las noches de sentirse solo
estúpidas y largas y oscuras.
Que vuelvan todas las ideas
que acabé dejando ir.

Que vuelvan las noches de manuscritos
y que si esto es poema o jeroglífico.
Que vuelvan las noches de melancolía
y esa palabra en mi poesía.

Que vuelva la nostalgia,
solo para decirle que no me he olvidado de ella.
Que vuelva el capitán de mis Sueños,
ya viejo, cansado y desgastado,
remando él solo su barco
para hacerle saber
que ya no lo quiero.

Yo mismo

Nunca le he pedido nada a nadie...

Nunca le he pedido nada a nadie,
y ya sé, señor, que podría ser una barbarie,
pero veo que usted corre
y va haciendo más ruido,
todo por delante de lo que he vivido

Así que, si me hace el favor
de ser generoso el caballero
y de satisfacer los pensamientos
encima de mi cuello:
señor Tiempo, deténgase tres minutos,
para que me replantee mis planes futuros...

Pues ya de tanto planear,
este pájaro se está quedando sin vuelo.
Yo mismo.

Un tachón arriba...

Un tachón arriba
y otro en el medio.
Calle la luna,
calle el cielo, 
que este poeta está escribiendo.

Yo mismo.