domingo, 3 de abril de 2016

Ríete siempre

Cuando estoy contigo
y sobran las palabras.
Para decirnos las cosas
nos basta la mirada

Tus ojos del color
de las hojas en otoño
y los míos...
No sé de qué color son los míos.

Me distrae tu mano,
que se junta con la mía.
Me distrae tu corazón,
que susurra al mío

Y en la calma del baile
de nuestros espíritus,
tus labios desafían a 
los míos

El calor de los tuyos rojos
y el calor de los míos...
Ya no sé de qué color son los míos.

Yo

domingo, 17 de enero de 2016

Madrid 36

Madrid,
quieren pasar, 
Madrid,
aquellos que te traicionaron.

Madrid,
¡no pasarán!
Puedo escuchar cómo gritas
mientras silenciosa te quitas
esa espina de tu corazón

Madrid
¡escucha cómo truena!
No es el viento ni la lluvia,
son las balas de plomo
son los gemidos de tu tierra

Madrid,
ya puedo oír al Manzanares
sollozar
sentirlo suavemente llorar,
aumentando poco a poco
aun triste
su escaso caudal

Pero no es agua lo que llena
su fino raudal.
Es la sangre del pueblo libre
que se derrama sin cesar 

Ya viene, Madrid, la ayuda
que, aunque con ganas de ayudar:
uno después de otro caen al suelo
y tú no puedes parar de gritar

Madrid, qué bien resistes,
Madre España orgullosa
aunque sangre tosa
la esperanza no le ha de faltar

Avanzan ya por el puente.
La ayuda escasa como el río,
la sangre abunda como el coraje.
Quieren pasar por el puente,
pero tú firme gritas:
¡no pasa nadie!

Madrid joven cómo resistes
al Madrid viejo de antaño,
aunque ya se va poniendo el sol
y tu luz se envuelve como en un paño.
 Yo, corrompido por el "no pasarán"

domingo, 27 de diciembre de 2015

Sobre un poeta sevillano

Era alto el deseo
y caro el precio a pagar,
pero ellos no lo sabían
ni pudieron anticipar
la pequeña y veloz bala
que la tercera franja de su bandera
pudo atravesar

Por aquel hueco manchado de sangre,
se fue toda esperanza, alegría y bienestar
y volvió otra vez media España a bostezar

Se vio forzado entonces el poeta
a hacer las maletas y su país dejar,
porque aunque media España compartía sus ideales,
la otra media lo quería matar

Adiós campos de iracunda belleza,
adiós a este paisaje que tengo que dejar.
Aunque tu belleza permanente no me deje de mirar,
me despido sin dar un sollozo o llorar.
Sintiendo como el marrón de mi piel queda en parte contigo,
cierro la puerta lentamente y me despido con un suspiro

Sin embargo, lejos,
él recordaba su tierra:
Soria, patria mía —decía—,
aún recuerdo tus campos, Castilla
Soria, tierra mía,
aún sueño con algún día
poderte alcanzar.

Y se apagó entonces la llama
ya vieja, aunque a la vez nueva, pero desgastada,
que dio luz por tantos años
al poeta sevillano.

En su tierra las balas cesando estaban,
dirás, iluso, "buena señal"
no te culpes por no acertar.
En la radio de la vida,
ya iba parando de sonar
el Himno alegre y animado
por la Marcha Real.
 Yo

sábado, 14 de noviembre de 2015

Volvió

Volvió de nuevo esta noche.

No se molestó en tocar gentilmente la puerta, en vez de eso la tiró abajo provocando un ruido tremendo. Nuestros corazones latían al compás del miedo. Uno por uno fue señalándonos con su mano fría y sucia: uno, dos, tres, sesenta. No le importaba, el sufrimiento era su salvación, los gritos de dolor y los llantos ajenos le prometían la más dulce de las vidas; cada lágrima, una victoria y si cupiese algún suspiro, sería una derrota. Se sentó en nuestra silla y se quedó pensando, Dios sabe en qué y quizás gracias a él, paró por un momento.

Lo bueno duró poco, apenas unos minutos. Se levantó y me apuntó con su dedo largo y puntiagudo. Lo vi temblar y después... Después... No lo recuerdo bien... ¿Qué pasó después? Tenía su uña entre mis cejas y luego... No sé qué pasó luego. Es posible que... ¡No! Cojo el móvil y... No me puedo concentrar, ¿qué se supone que iba a hacer con esto? ¿Dónde están los demás? ¿Papá? ... Espera, ¿qué ha pasado? Estoy totalmente confundido y... ¿Eh? Estoy nadando... El agua es roja y su olor no es el típico salado como acostumbra en la playa, sino que es más bien metálico... Puedo ver algo... Veo... Veo una torre... ¿Mi torre? ¿La torre Eiffel? Está apagada y no hay nadie. Suele haber siempre mucha gente pero hoy... Siento algo detrás de mí. ¿Una bala? Tiene mi nombre. Entonces estoy muerto. Nunca pensé que sería tan rápido y de esta manera. Quiero llorar pero no puedo derramar ni una lágrima. No puedo cambiar la expresión de mi cara, tengo los ojos muy abiertos y una lúgrube expresión de sorpresa. Algo dentro de mí se apaga... ¿Qué se está apagando? La central se inundó con la sangre del reactor. Se para. Cada vez late más lento. La cuenta atrás de mi vida... ¿Es ahora el momento de conocer a Dios? ¿Eran todas esas cosas verdad? ¿Dónde está esa luz de la que todos hablan? ¿Estará allí la abuela?

Tres.

Dos.

No, espera. Aún tengo algo que hacer... Mamá, papá, no me he despedido de vosotros... Mi perr...

Uno.

...

Cayó la luz de la vida. Su muerte sonó como suena una botella de vino al caer al asfalto en una noche fría de invierno. Para colmo, un camión despreocupado le pasó por encima con sus grandes ruedas. Los pedazos se hicieron todavía más pequeños de lo que ya eran, pero aún brillaban al recibir la luz cariñosa de la luna, que relucía ese día como nunca antes lo había hecho. En ella se proyectaron los sueños, los planes, los recuerdos y los besos de alguna persona.


viernes, 2 de octubre de 2015

En el bolsillo de tu gabardina

En el bolsillo de tu gabardina,
algo está brillando

Es el sol, quizás, de la mañana,
que ya viene asomando

En el bolsillo de tu gabardina,
sale el humo del invierno

Blanco y gris e inmenso,
alumbrándolo todo

En el bolsillo de tu gabardina,
tu mano está aguardando

En el bolsillo de tu gabardina,
el amor se está creando 
Yo mismo

jueves, 24 de septiembre de 2015

La lluvia es vida

Aunque siga lloviendo y
el jilguero mojado no cante,
mis pies caminarán siempre hacia delante

Aunque yo esté empapado y
las nubes no se tornen blancas,
nunca daré un paso hacia atrás

Así que abriré mi paraguas,
ataré bien mis botas
y jamás, jamás
me torceré de mi camino
ni cambiaré mi rumbo.
Francis

viernes, 18 de septiembre de 2015

Digamos que...

Digamos que salto
al abismo oscuro,
profundo y tenebroso.

Caigo y me encuentro
solo y sin aliento,
envuelto en miedo

Digamos que espero
a que el milagro de primavera,
me queme o me llueva 

Digamos que...

Mejor lo dejo
a decisión del destino,
esperando entristecido
en la baranda de mi balcón
una grieta en el suelo
y una puerta en mi colchón. 

Yo mismo

lunes, 14 de septiembre de 2015

Las últimas palabras del grande y viejo pintor

No imaginé que la última de las batallas se libraría en una cama vieja y triste, dentro de esta habitación rodeada por los cuadros que en su día pinté. Mi espada ya está seca en el suelo y un lienzo en blanco me mira, tentándome, y yo le digo: "Cariño, esta vez por más que quiera, no puedo" pero él me grita "Lléname de color y dame forma, dibuja sobre mí algo sin sentido y haz que lo tenga" y me persuade. La imaginación, que aún me sobra, hace que cada vez que mis ojos se posan sobre él vea algo magistral dibujado con el color de mi iris. Esta vez no. Aunque algo quisiese pintar, solo podría hacerlo con el color rojo de mi sangre.

Esta conciencia caprichosa me recuerda las miles de veces que he bebido, y no agua, claro está. El cuerpo me pide que beba más. Mientras ellos dos discuten, yo sigo observando lo blanco y las ideas se me vienen de dos en dos, luego de cuatro en cuatro y al final tengo tantas, tantas que ya no podré llevar a cabo. La insipiración viene cuando uno menos se lo espera, y hoy la musa ha venido directa a mi cama.

Entonces cierro los ojos y no consigo dormir. Los vuelvo a cerrar. La puerta se abre y me despierta. Ahí está la mayor de mis obras, mi hija. Yo la miro con la única mirada que puede tener un hombre a punto de emprender el mayor de los viajes, se acerca, le doy un beso y le digo que llame a su madre. Se va corriendo, en mi cabeza sus pasos suenan con eco. Aparece ella, de fondo veo un halo de luz blanca muy tenue, serán los delirios de este viejo. Se acerca y me besa como lo hizo la primera vez, yo le limpio las lágrimas con la yema de mi pulgar y sobran las palabras. Mis párpados se bajan de nuevo y veo algo que me recuerda a "La Danza"... Al final solo queda Matisse. Mi mujer se acerca y soltando todo el humor que me queda le susurro: "Bebed por mí, bebed por mi salud.... yo ya no puedo beber más". Voy a estar esperandote justo ahí, cariño... Justo ahí.


Yo mismo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Esperanza

No esperaba.

La belleza brillaba
a la vez que sonaba
la melodía acabada

El corazón del viejo
latía con desparpajo
a la vez que el piano
marcaba un compás de cuatro por cuatro

Con su llanto y una lágrima mojó
su partitura en do.
Entonces él con pluma en mano 
sutilmente la firmó
Yo mismo

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Revolución

Salgamos a las calles y protestemos,
valor y al toro.

Todos firmes, preparados y con el destino
bien fijado

Hoy toca gritar por todos aquellos
que no pueden ni hablar

Hoy vamos a preguntar a toda voz
en qué momento se convirtió la tradición en maldición

Hoy queremos que hasta en la Bretaña se enteren
de que el matar no es arte, no es cultura,
es locura y es tortura.

Y para aquellos que no quieran entender,
entonces lo diremos mucho más alto
hasta que se nos desgarre la voz si es menester.

Puesto que si varias personas se juntan
y luchan por sus ideales
se pueden cumplir hasta los sueños más irreales.
 Yo mismo